Hoy que los ojos me pesan hasta no poder sujetarlos... he querido cansar mi cuerpo para no darle tregua a mi alma, que danza y vuela y se alza ante mí sin pudor ni pena, contradiciéndome en la lógica y robándome los ultimas señales de juicio que me quedan.
Y me encuentro aquí, amarrada y loca... sin poder dormir ni despertar, en un infinito charco de lágrimas que mis ojos han ido criando al amparo de mi sonrisa dibujada, para siempre, en un rostro que ni es mio ni me pertenece.
Vuela libre, domando mi existencia a su antojo... yo que la observo, abatida y consumida en un abandono propio de un ser carente de vida... he intentado mil veces darle asilo en mi pecho que es a donde pertenece, pero altanera se niega a estar en custodia eterna de mi conciencia y mi cordura.
Le he gritado mil veces para que vuelva, pero ella danza y vuela... Libre, como yo también fui con ella.
En esta noche que empieza irracional e inmadura, imprudente y oscura, con el ultimo aliento de vida, mansa y tranquila, voy a danzar y volar y alzarme sin pudor ni pena.